leadership roles come to people with ideas
La revolución que el COVID19 ha supuesto para el comercio electrónico, no ha hecho más que acelerar cambios que ya se estaban produciendo en el panorama del ecommerce. Con más de un 65% de usuarios dispuestos a comprar cada vez más en digital y con sectores hasta ahora se veían frenados acelerando, la importancia de tener un buen planteamiento estratégico para este canal debe de ser prioritario.
Incluso en el caso de negocios B2B la importancia de este canal se ha convertido en un factor crítico para competir. Más del 25% de los clientes cambiaron de proveedor durante esta crisis por no disponer de comercio electrónico.
Aunque solemos pensar que gestionar un ecommerce es equiparable a gestionar una tienda de calle la verdad es que son muchos los conceptos que cambian. En concreto la carencia del límite físico hace que un buen uso de la tecnología y los datos pueda ser la diferencia entre un canal rentable o deficitario.
Más del 70% de los encuestados declara que espera la misma experiencia que tiene actualmente con Amazon.
La propuesta de valor y la marca:
- Al igual que en el resto de canales la marca y la propuesta de valor son la razón por la que un usuario nos compra y repite. En digital esta es una tarea que requiere de habilidades técnicas precisas (SEO, Marketing, Analítica...). A cambio, digital nos permite adecuar la propuesta de valor a cada potencial cliente y extenderla incluso fuera de los límites de la tienda.
- Otro de los conceptos que cambian es que los clientes de un ecommerce, no entrarán por la puerta principal (home). Si hemos hecho bien el trabajo técnico, cada cliente encontrará y entrará a la sección / producto que estaba buscando. Esto convierte a los contenidos, la arquitectura de información y la estrategia de navegación en las claves de mejora de conversión.
- La tecnología permite además simplificar el volumen tanto de productos como contenidos y proporcionar la experiencia adecuada para cada segmento de cliente, mejorando la experiencia y conversión.
La revolución que el COVID19 ha supuesto para el comercio electrónico, no ha hecho más que acelerar cambios que ya se estaban produciendo en el panorama del ecommerce. Con más de un 65% de usuarios dispuestos a comprar cada vez más en digital y con sectores hasta ahora se veían frenados acelerando, la importancia de tener un buen planteamiento estratégico para este canal debe de ser prioritario.
Más del 70% de los encuestados declara que espera la misma experiencia que tiene actualmente con Amazon.
Incluso en el caso de negocios B2B la importancia de este canal se ha convertido en un factor crítico para competir. Más del 25% de los clientes cambiaron de proveedor durante esta crisis por no disponer de comercio electrónico.
Aunque solemos pensar que gestionar un ecommerce es equiparable a gestionar una tienda de calle la verdad es que son muchos los conceptos que cambian. En concreto la carencia del límite físico hace que un buen uso de la tecnología y los datos pueda ser la diferencia entre un canal rentable o deficitario.
La propuesta de valor y la marca:
- Al igual que en el resto de canales la marca y la propuesta de valor son la razón por la que un usuario nos compra y repite. En digital esta es una tarea que requiere de habilidades técnicas precisas (SEO, Marketing, Analítica...). A cambio, digital nos permite adecuar la propuesta de valor a cada potencial cliente y extenderla incluso fuera de los límites de la tienda.
- Otro de los conceptos que cambian es que los clientes de un ecommerce, no entrarán por la puerta principal (home). Si hemos hecho bien el trabajo técnico, cada cliente encontrará y entrará a la sección / producto que estaba buscando. Esto convierte a los contenidos, la arquitectura de información y la estrategia de navegación en las claves de mejora de conversión.
- La tecnología permite además simplificar el volumen tanto de productos como contenidos y proporcionar la experiencia adecuada para cada segmento de cliente, mejorando la experiencia y conversión.