Todos sabemos que las cookies significan una fuente muy valiosa de información para aquellos negocios que las usan. Pero no son los únicos que pueden beneficiarse. Pese a que muchos usuarios se quejan de que las cookies invaden su intimidad por su excesiva presencia, en realidad, son muchas las ventajas que aportan.
En rasgos generales, el hecho de aceptar las cookies te ayuda a mejorar tu experiencia en un sitio web. Hacen que la navegación por Internet sea más rápida y fácil, permitiendo que el sitio web sepa quién eres y, de esta manera, puedan adaptar tu experiencia de navegación en función de las visitas anteriores. Es más, algunos sitios web personalizan la información del sitio en función de tu ubicación (ciudad) y no tienes que introducir la misma información cada vez que visitas esa web.
Y esto lo hacen las cookies, unos pequeños archivos de datos anónimos enviados por un sitio web que se almacenan en tu navegador durante un período de tiempo (no son perjudiciales tu equipo) para poder ser consultados por el sitio web.
Te voy a describir en tres palabras qué te pueden aportar positivamente las cookies:
COMODIDAD: Las cookies no sólo recuerdan los sitios web en los que has estado, sino que también recuerdan información sobre tu acciones. De esta manera, aligeran algunos procesos como el de registro, búsquedas, configuración del idioma, etc. Te olvidarás del aburrido proceso de rellenar algunos de tus datos cada vez que compras en un e-commerce, por ejemplo, ya que esta información queda guardada en el navegador. O mantener la cesta de la compra y así, aunque no estés identificado, al meter cualquier producto en la cesta, se guarde para futuras visitas.
PERSONALIZACIÓN: Ideal para ofrecer contenido personalizado y orientado a las preferencias de cada usuario concreto.
PUBLICIDAD EFECTIVA: Gracias a las cookies, se realizan campañas de marketing dirigidas a un segmento de mercado muy específico, teniendo en cuenta algunos atributos como: geolocalización, demografía, término de búsqueda, etc. Y así, te llegarán anuncios de productos o servicios que sean relevantes para ti y ya no te invadirán de publicidad intrusiva que nada tiene que ver con tus preferencias.
En resumen, las cookies son las grandes aliadas de los Customer Journeys, ya que son fundamentales para hacer el seguimiento de los usuarios y recopilar inputs sobre el viaje del cliente, desde la primera interacción con una marca hasta el final.
Para que la experiencia del cliente durante todo el recorrido sea lo más satisfactoria posible, las cookies ayudan a conseguir información sobre los hábitos de navegación de los usuarios, dando conocimiento de las actividades y procesos que cada cliente realiza para así poderles “acompañar” de la mejor manera y saber dónde, cuándo y cómo actuar para lograr que sea una marca concreta la elegida.
De hecho, muchas empresas utilizan cookies que recogen datos relativos al análisis de uso de su web para ayudar a mejorar el servicio al usuario, midiendo el uso y el rendimiento de la página, para optimizarla y personalizarla.
Entendamos pues, que como cliente, si acepto la política de cookies estoy dando la opción de que una marca me conozca más y pueda rediseñar mi experiencia como cliente, alineando impresiones, pero siempre para tener un beneficio. Es por este motivo que es muy importante que el uso de las cookies se haga correctamente y sin “abusar” de los datos. Si yo, como cliente, estoy cediendo información personal es porque quiero que sea un negocio win-win, que ambas partes salgan beneficiadas; y en el caso de no ser así y que mis datos no se utilicen de la manera que se debería, lo lógico es desactivar las cookies.
Por lo tanto, ahora más que nunca, es muy importante tratar bien los datos que una empresa dispone de los usuarios, ya que de lo contrario, saldrá perjudicada.