El reciente anuncio de OpenAI y Jony Ive ha dejado claro que estamos a punto de cruzar un nuevo umbral en la historia de la tecnología. No por lo que se ha mostrado, sino precisamente por lo que no se ha mostrado: un dispositivo que no tiene pantalla, no necesita teclado, y no se parece a nada que hayamos usado antes.
Se trata del primer dispositivo físico desarrollado por IO –la nueva compañía formada por OpenAI y el legendario diseñador Jony Ive– que promete llevar a ChatGPT fuera de la pantalla y dentro del mundo.
OpenAI no ha presentado un móvil, ni unas gafas, ni un reloj. Ha presentado una nueva categoría de hardware, que según Sam Altman será el “tercer objeto esencial” sobre tu escritorio, junto al portátil y el teléfono.
Pero este objeto, a diferencia de los otros dos, no necesita ser mirado. Está ahí, siempre presente, escuchando, comprendiendo el contexto y respondiendo con precisión. No es necesario tocarlo. No hay iconos. No hay scroll. Solo interacción natural.
Es el salto definitivo del asistente digital: de ser una herramienta que consultas, a convertirse en una entidad que te acompaña.
Con esta revolución vienen preguntas inevitables para los equipos de datos, producto y marketing. Si ya no hay clicks, ni pantallas, ni sesiones de usuario… ¿cómo sabremos que algo está funcionando?
Aquí algunas ideas clave:
El engagement se mide por frecuencia de activación, contexto de uso y tipo de consulta. Se vuelve más conversacional, pero también más situacional.
Dispositivos como el de IO capturan datos de proximidad, movimiento, temperatura o incluso patrones de uso para saber cuándo intervenir y cómo.
El procesamiento ocurre en el propio dispositivo, sin enviar todo a la nube. Esto permite respuestas más rápidas, mayor privacidad y una medición basada en eventos contextuales, no en interacciones visuales.
Otro frente que se transforma: el posicionamiento.
Cuando las consultas ya no se hacen por texto, sino por voz, y no en buscadores, sino en asistentes, entramos de lleno en la era del Answer Engine Optimization (AEO).
Ya no optimizamos para que nos vean en Google. Optimizamos para que nos elijan en una respuesta de IA.
Checklist AEO para la era sin pantallas:
Usa lenguaje conversacional: piensa cómo habla tu cliente, no cómo busca.
Trabaja con intención de usuario, no con keywords aisladas.
Crea contenido conciso, estructurado y fácil de interpretar por modelos de lenguaje.
Implementa Schema Markup y microdatos.
Y sobre todo: piensa en respuestas útiles, no en resultados bonitos.
El dispositivo IO de OpenAI no es solo un nuevo gadget. Es un cambio de paradigma.
Ya no se trata de ver más, sino de interactuar mejor.
Ya no se trata de medir vistas, sino de entender el contexto.
Ya no se trata de diseñar pantallas, sino de diseñar momentos.
Este es el futuro que se nos presenta: interfaces invisibles, asistentes embebidos en el entorno, y experiencias donde la inteligencia artificial no está al otro lado… sino a tu lado.
¿Estamos preparados para medir lo que no se ve? ¿Optimizar lo que no se busca? ¿Diseñar para lo que aún no existe?